Sobre la sesión realizada a Miriam Diaz Aroca de la que sale la foto de esta entrada, ya publiqué una página completa con una galería fotográfica y sus testimonios y no voy a descubrir nada nuevo. La puedes ver aquí: Miriam Diaz Aroca

Sin embargo sí que quiero destacar en este post que existe la posibilidad de tener algo nuevo. No es fácil, en el mundo de la fotografía y, casi en ningún otro, presentar novedades significativas. Afortunadamente he sido capaz de desarrollar un estilo propio que me gusta y también gusta a algunos otros. El retrato puede ser visto como algo sencillo o algo complejo: Sin ánimo de juzgar a nadie, por las redes sociales se pueden ver miles de retratos en los que el o la modelo solo están ahí, con mayor o menor gracia, posando delante de la cámara y alguien disparando, sin control sobre la luz, el enfoque, las sombras, etc. En un mundo nuevo donde todo es gratis, tampoco se puede pedir mucho más. Por otro lado también hay que mencionar que entre esos miles de fotos hay muchas muy buenas, hechas con gusto y cuidado del entorno. Las primeras probablemente solo sirven para que el fotógrafo aficionado practique pero van, en muchas ocasiones, en contra de la presumible calidad de las modelos. En las segundas puede pasar lo contrario.

Por supuesto que hay que practicar. Nunca criticaré eso. El fotógrafo debe aprender a dirigir a la modelo (escribo en femenino porque se ajusta más al tipo de sesión que hago habitualmente) para conseguir aquello que busca. En ocasiones las cosas salen solas y un posado espontáneo se convierte en la mejor foto de la sesión, pero no es lo habitual. La modelo, por su parte, debe aprender a interpretar lo que le están pidiendo porque cuando sea contratada, lo será para algo concreto. Por descontado aportando su personalidad y estilo propio. Con ser guapa y tener buen tipo no es suficiente para llegar alto y para lucirse están los selfies con el móvil.

En las sesiones de intercambio o TFCD hay que ser consciente de lo que se hace. Una buena modelo delante de una cámara inexperta puede salir perjudicada y, al revés.

Una vez dicho esto, repito que no va con ánimo de ofender o juzgar sino de hacer una crítica positiva sobre el concepto de fotografía de retrato, lo que quiero expresar en esta entrada es que existen posibilidades de obtener resultados nuevos. Fotografías nunca antes vistas, con un tratamiento especial, que diferencien a quien las hace y a quien sale en ellas.

En la que se puede ver aquí, sobre la base de mi estilo personal en blanco y negro se ha hecho un procesado un tanto extremo para acercarla a un tipo de imagen cercana a la pintura (te recomiendo que hagas clic sobre la foto para verla completa). Quien sale en la fotografía podrías ser TÚ. Espero que te guste.

Galería de fotos de la sesión

Más información y reservas: www.bedrina.com/studio