Indignación.

Me han pasado varias cosas que, por separado, tal vez se podrían soportar, pero juntas han elevado mi nivel de indignación hasta el punto de querer escribir sobre ello.

No sé si será el calor insoportable que está haciendo estos días en Madrid, o será otra cosa, pero el sentido del humor baja y la indignación sube si las circunstancias se acumulan todas de golpe. Tengo herramientas para modificar mi estado de ánimo y cambiarlo si es necesario, pero hoy no me apetece. Prefiero descargarme en el blog y leer tu opinión, que seguro me ayuda.

1.- La primera es que había quedado con un colaborador (cliente) que me dice que no tiene dinero para pagarme, que tiene que esperar a cobrar los trabajos para hacer caja. Después de una semana infernal, trabajando a más de 33 grados para cumplir con los plazos de entrega que los clientes habían solicitado, no me he quedado muy bien que digamos, pero bueno, tampoco es el fin del mundo. Puedo encajar el golpe y esperar un par de días a cobrar. Indignación nivel 4.

2.- Ya sabes que la otra parte de mi trabajo es la conversión de formatos antiguos de audio y vídeo (VHS, Betamax, Discos de Vinilo, MiniDV, Cassetes, etc.) a formatos actuales como DVD, BluRay o Archivos Digitales (AVI, MP4 y otros). También con películas de cine doméstico Super 8, 8 mm, 16 mm, etc.

Precisamente, durante años, a determinados clientes que nos han encargado conversiones de cine, se les hacen descuentos importantes a cambio de que podamos usar algunas de sus imágenes con fines promocionales. La traducción de esta frase es que pagamos dinero por poder usar esas imágenes. Se firma un contrato de cesión de derechos y se aplica el descuento. Todos contentos.

En el canal de YouTube de Producciones Multivisuales hay varios ejemplos y a lo largo de este año se incrementarán substancialmente por las peticiones recibidas. También el la página Web de Producciones Multivisuales, que tenemos que actualizar, hay mucha información de lo que hacemos y ejemplos de trabajos realizados.

Pues he recibido un email (de los poquísimos que se reciben en verano), que ha subido mi Indignación a nivel 8.

Este es el email recibido (no pongo datos personales para mantener la privacidad del individuo que lo ha escrito y corrijo las faltas de ortografía, que no la redacción):

Hola,
el motivo de ponerme en contacto con ustedes, es pedirle el permiso para reproducir un video editándolo y cambiando su aspecto original corrigiendo algunos aspectos de iluminación, que tienen ustedes subidos a YouTube sobre la vuelta ciclista a Badajoz. Al vídeo quiero cambiar la música original y quitarle la información de su logo que aparece en la película para después mencionar en el propio vídeo de que es material de Producciones Multivisuales y así poder seguir dando su publicidad de vuestra empresa. No es otro motivo que divulgarlo en Facebook a las personas de mi ciudad. !!Un cordial saludo espero su respuesta!!

ALUCINANTE

Le contesto que NO TIENE PERMISO para modificar absolutamente nada del vídeo, poniendo varios motivos razonados y me contesta:

De acuerdo, pues es una pena, les hubiera dado mucha publicidad a su página web ya que hubiera tenido miles de visualizaciones. Muchas gracias por contestar, un saludo.

Pero, ¿Es que la gente no tiene vergüenza?

O sea, que tratas de apropiarte de un vídeo que no es tuyo y después de editarlo eliminando cualquier rastro de que es mío, ¿tengo que aceptar que me vas a hacer publicidad?

Hazme publicidad, si te da la gana, compartiendo el vídeo tal cual está, que es lo que hace la gente normal que no trata de aprovecharse del trabajo de los demás. Ya di pistas sobre este tema en mi anterior artículo sobre el TFCD en fotografía. Hay cosas que no se pueden aceptar, pero parece que eso de apropiarse del trabajo de otros esté de moda. Solo hay que buscar noticias al respecto.

El vídeo en cuestión es este:

3.- El desencadenante.

Han pasado otras cosas a lo largo del día, pero lo que de verdad me ha hecho ponerme a escribir este artículo, que no tenía previsto, te vas a partir de risa, ha sido que he pasado por un chino para comprar un par de cosas que me faltaban y, al ir a pagar, me pregunta si quiero bolsa. Le digo que sí, por favor y me saca una bolsa de Pipas Facundo y me la pretende cobrar. ¡Lo que me faltaba! Yo, que llevo años protestando por pagar bolsas con publicidad en supermercados y grandes superficies y me tratan de encasquetar una que al chino le ha llegado con sus pedidos.

Mejor no te cuento lo que le he dicho a la china en cuestión. Ni siquiera sé si me ha entendido, pero me he ido con el par de cosas en la mano. Encima es un chino al que voy bastante a menudo.

En fin, un día de indignación completa que ya se me está pasando. Mejor terminar con una sonrisa, ¿no?

Un abrazo. Nos vemos pronto.

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